En este Día Internacional de la mujer, mucho se habla sobre la lucha por una igualdad de género en la sociedad o la lucha de la mujer por su participación, en igualdad con el hombre, en la sociedad. Mucho se habla de la historia y los logros políticos, económicos y sociales de todas las mujeres, y de que esta fecha es reconocida por la ONU desde 1975 y designada a la reivindicación de los derechos de la mujer.
Sin embargo, hoy no voy hablar de eso, sino del significado de ser mujer en nuestro tiempo...
Durante siglos, la mujer ha luchado para tener los mismos derechos que los hombres, y aunque al día de hoy, parece haberlo logrado, siguen habiendo diferencia en los salarios, que en muchos casos son menores para las mujeres, y los puestos gerenciales o de alto rango, en los que no siempre hay iguales oportunidades para las mujeres. Pero si analizamos cuidadosamente estos logros a medias, podemos percatarnos de que tienen un alto precio.
Los hombres que trabajan y tienen una familia, se sienten identificados como exitosos profesionales y buenos padres. Sin embargo, las mujeres profesionales, no solo deben ser excelentes al 100% para competir al mismo nivel de los hombres, sino también deben ser madres al 100%, administradoras del hogar al 100%, y deben estar al pendientes de las necesidades de cada miembro de su familia.
En una familia regular, en donde ambos padres trabajan, y probablemente llegan a casa a la misma hora, aunque el padre ayuda con algunas cosas, como sacar la basura, pasear al perro y ponerle agua o comida, o regar las plantas, es la mujer quien tiene que estar pendiente de todo, desde sacar la carne para la comida del día siguiente, leer y firmar los permisos para la escuela, preparar las loncheras, colocar víveres agotados en la lista de las compras, hasta revisar a los niños, dejar todo recogido y las puertas trancadas antes de irse a dormir. Y obviamente también deben estar disponibles para conversaciones especiales con los hijos, cuando éstas sean necesarias. Todo esto, sin considerar el hecho de que también tiene que atenderse a si misma, ponerse las cremitas, recogerse el cabello, sacar la ropa del día siguiente, darse un baño, limarse las uñas, etc.
Y lo anterior es solo un ejemplo de lo que ocurre cuando llegamos a casa. Porque durante el día, no solo nos dedicamos a nuestro trabajo, sino que también debemos estar pendientes de comprar regalos para las invitaciones de cumpleaños de los hijos, llevar los niños al doctor, coordinar telefónicamente entregas de diversas cosas, ir al supermercado, llevar al perro al veterinario, planificar eventos familiares, hacer reservaciones por internet para cines, restaurantes o conciertos, pagar los gastos familiares, ya sea por banca en línea o en algún comercio en particular, y llevar o buscar a los niños a actividades extracurriculares que pueda haber al final del día.
Como yo lo veo, no importa cuanta ayuda tengamos, todas las cosas que tenemos que hacer como mujeres a lo largo del día, todos los días del año, constituyen un trabajo constante, interminable, poco notable y no siempre agradecido. Lo que demuestra que las mujeres somos multitasking (multitarea), malabaristas y sin lugar a dudas estamos hechas para el largo metraje. O como dice este post del 2011, "Las mujeres somos los máximo".
Queríamos ser iguales a los hombres, pero resultó que los hombres son los que se parecen un poco a nosotras, por eso el Día de la Mujer/Madre debiera ser todos los días del año.
Feliz Día Internacional de la Mujeres a todas esas mujeres bellas, fuertes y cariñosas, porque tienen razones para celebrar todos los días del año.