Un maestro quería enseñarles una lección especial a sus alumnos, y para ello les dio la oportunidad de escoger entre tres exámenes: uno de cincuenta preguntas, uno de cuarenta y uno de treinta.
A los que escogieron el de treinta, les puso una "C", sin importar que hubieran contestado correctamente todas las preguntas.
A los que escogieron el de cuarenta, les puso una "B", aun cuando más de la mitad de las respuestas estuviera mal.
Y a los que escogieron el de cincuenta, les puso una "A", aunque se hubieran equivocado en casi todas.
Como los estudiantes no entendían nada, el maestro les explicó: "Queridos alumnos, permítanme decirles que yo no estaba examinando su conocimiento sino su voluntad de apuntar a lo alto".
Nuestra meta como seres humanos debe ser siempre apuntar a lo alto! No solamente en nuestros proyectos de vida tales como profesión, estudios, negocios, etc., sino también fijarnos una meta alta en aquello que tiene aún mas valor. Nuestra voluntad y convicciones siempre deben prevalecer al momento de tomar decisiones, y la mejor manera para crecer y superarnos consiste en retarnos constantemente a nosotros mismos.
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