Estudios recientes han logrado demostrar las propiedades anticancerígenas del tomate, que es una buena herramienta de prevención, especialmente para el cáncer de próstata y de vejiga. El tomate, consumido de cualquier forma, es un excelente antioxidante, por lo que brinda muchos beneficios para la salud.
De la misma manera se ha confirmado que el tomate tiene interesantes propiedades anticoagulantes, que pueden reducir el riego de enfermedades como la arterioesclerosis, enfermedades cardiovasculares y relacionadas a la hipertensión. Es un buen depurativo de la sangre, la fortifica y la renueva de manera natural.
Como la mayoría de las verduras y hortalizas, para obtener todas sus propiedades nutritivas y medicinales se deben consumir sin cocinar o cocinándolas lo mínimo indispensable. Algunas propiedades del tomate crudo son superiores a las que podemos encontrar en tomates que han sido cocinados de cualquier forma, pero otras propiedades son potenciadas al ser cocinados.
Los tomates constituyen un alimento excelente para aquellos que quieren adoptar una dieta natural. Presentan en su composición una serie de elementos muy adecuados para desintoxicar el organismo y para prevenir la aparición de muchas enfermedades. El primero de ellos es el licopeno, componente que determina su color rojo, con propiedades anticancerígenas, al igual que los betacarotenos de las zanahorias. El licopeno parece reducir las probabilidades de muchos tipos de cáncer, tales como los que afectan a la próstata, los pulmones, el estómago, la vejiga y el útero.
El licopeno está presente en tomates frescos, pero especialmente en los cocinados, ya que al contrario de los demás componentes del tomate, el licopeno se ve potenciado cuando el tomate es cocinado, ya que la cocción ayuda a liberar este elemento y facilita su absorción por el organismo. Comidas con salsa de tomate natural pueden constituir una buena manera de cuidar de la salud, prevenir el cáncer y reducir el colesterol.
El glutatión es otro componente con propiedades antioxidantes que ayuda a eliminar los radicales libres, responsables de la aparición de muchas enfermedades, incluyendo el cáncer. Este elemento, que aparece en mayores cantidades en los brócolis, se encuentra fundamentalmente en la piel de las verduras, por lo que es recomendable comer tomates crudos en ensalada.
El glutatión desempeña un papel muy apropiado en la eliminación de las toxinas del cuerpo, especialmente de metales pesados que producen deterioro del organismo por su acumulación. Se ha demostrado que el tomate ayuda a eliminar el plomo de manera eficiente. Otros alimentos ricos en este componente son: papas, ajos, espinacas, maíz. Además de esta propiedad, se debe destacar su capacidad para reducir la presión arterial, favorecer el buen estado del hígado y prevenir el eczema.
El tomate es muy rico en potasio, un mineral que interviene en la regulación de los fluidos corporales, así como en el buen estado de los nervios, el corazón y los músculos. El potasio junto con el calcio, muy abundante también en el tomate, intervienen en la formación de los huesos.
Debido al alto contenido de agua y su riqueza en minerales, el jugo de tomate es ideal para el tratamiento de la pérdida de líquidos y minerales a causa del calor excesivo; exprima varios tomates y beba el jugo, solo tiene que añadir un poco de sal al gusto, pero tenga presente que al preparar el zumo de tomates se debe consumir rápidamente ya que al licuarlo pierde muchas vitaminas en poco tiempo.
Otros componentes beneficiosos para desintoxicar el organismo son la vitamina C y vitamina A. El tomate es muy rico en ambos. La vitamina A fue la primera que se descubrió en 1913. Se sabe que ayuda al cuerpo a lograr el crecimiento celular, mantener los huesos y los dientes en buen estado, ayudar al sistema inmunológico a combatir infecciones y mantener la vista en buen estado. Cuando se descubrió, se pensaba que sólo se podía obtener del hígado y huevos de los animales. Pero pasó mucho tiempo antes de descubrir que también podría obtenerse a partir de los carotenos y beta-carotenos que se encuentran en muchos vegetales. La vitamina A es una vitamina esencial, cuya dosis diaria se establece entre 4000 - 5000 UI. Dosis más altas de forma continuada pueden ser tóxicas, produciendo un estado de hipervitaminosis que aparece con síntomas como debilidad muscular, visión borrosa, pérdida de cabello, mala piel, diarrea , etc. El importante aporte de vitamina C del tomate, lo hace un alimento indispensable para fortalecer las defensas del organismo frente a enfermedades infecciosas como gripes y resfriados.
El tomate es un alimento ideal para el crecimiento y muy recomendable para los más pequeños. El consumo regular de tomate, de cualquier forma que se consuma, asegurará que los niños crezcan fuertes y sanos.
Referencia; www.buenasalud.net y www.botanical-online.com
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