martes, 5 de septiembre de 2017

FAMILIA, LUGAR DE PERDÓN...

No existe familia perfecta. 
No tenemos padres perfectos, 
no somos perfectos, 
no nos casamos con una persona perfecta, 
ni tenemos hijos perfectos. 
Tenemos quejas unos de otros. 
Nos decepcionamos los unos a los otros. 

Por lo tanto, no existe un matrimonio saludable ni familia saludable sin el ejercicio del perdón. El perdón es vital para nuestra salud emocional y sobrevivencia espiritual. Sin el perdón, la familia se convierte en un escenario de conflictos y un cúmulo de agravios. Sin el perdón la familia se enferma. El perdón es la esterilización del alma, la limpieza de la mente y la liberación del corazón. Quien no perdona no tiene paz en el alma ni comunión con Dios. 

La amargura es un veneno que intoxica y mata. Guardar amargura en el corazón es un gesto autodestructivo. Es autofagia. Quien no perdona enferma físicamente, emocionalmente y espiritualmente. 

Es por eso que la familia tiene que ser un lugar de vida y no de muerte; territorio de curación y no de enfermedad; sitio de perdón y no de culpa. 

El perdón trae alegría donde un dolor produjo tristeza; y curación, donde la amargura ha causado enfermedad.

Papa Francisco

Si te gustó, compártelo con las familias que conozcas. Nunca sabemos en que familia se puede estar desarrollando una guerra interna que siembra amargura en los corazones de quienes la libran, merma la posibilidad de mejorar unos con otros y demostrar amor.

Gracias a Xenia por compartirnos tan bella imagen.
Que tengas un maravilloso día y una espléndida semana!

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