Para combatir la obesidad, pide que gobiernos y empresas trabajen por reducir su número y su atractivo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado a los gobiernos que trabajen con las empresas y con la sociedad civil para restringir el número y el atractivo que tienen para los niños los anuncios de alimentos ricos en sal, azúcares y grasas perjudiciales para la salud que van dirigidos a esta población.
El objetivo de esta iniciativa es combatir la epidemia de obesidad y las enfermedades no transmisibles, como el cáncer, la diabetes y las patologías de pulmón y corazón, causa de muerte prematura en los países pobres que va en aumento.
Precisamente, las enfermedades no transmisibles serán el centro de las políticas de salud global este año, un esfuerzo que culminará en el debate de jefes de Estado que tendrá lugar en la próxima la Asamblea General de Naciones Unidas, cuya celebración esta prevista para septiembre en Nueva York (Estados Unidos).
El Comité Ejecutivo de la OMS, que se ha reunido esta semana, ha estado discutiendo cómo llamar la atención de estos los líderes sobre las nuevas recomendaciones para luchar contra la publicidad de comida basura dirigida a niños.
Según Timothy Armstrong, líder de los esfuerzos de la OMS en la promoción de alimentos saludables y educación física, las enfermedades no transmisibles causan el 90 por ciento de las muertes prematuras en los países de ingresos medios y bajos, donde la obesidad es un problema creciente. De los 42 millones de menores de 5 años con sobrepeso u obesidad en todo el mundo, 35 millones viven en estos países pobres, según Armstrong.
Reconocer que los anuncios de comida basura y bebidas ricos en sal, azúcar y grasas trans y saturadas pueden animar a los niños a consumir estos productos, mientras que la publicidad puede también promover las dietas saludables, llevó a la Asamblea de la OMS, el pasado mes de mayo, a realizar estas recomendaciones.
Los 193 estados miembros de la OMS pidieron trabajar con el sector privado, así como con los gobiernos y la sociedad civil. Las recomendaciones animan tanto a limitar la frecuencia de estos anuncios de comida poco sana como su "poder", que aumenta con el uso de dibujos animados que atraen al público infantil.
"QUE LOS GOBIERNOS LIDEREN EL PROCESO"
Los miembros de la OMS consultaron a las compañías líderes en el sector, como Coca-Cola, Bimbo, Kellogg, Kraft, McDonald's, Nestlé o Unilever y a la Federación Mundial de Anunciantes.
Por su parte, las compañías acordaron diseñar un código de conducta y se comprometieron a no comercializar productos poco saludables a niños de menos de 12 años, señala Armstrong, quien advirtió de que "hay otros mercados donde, quizá, las empresas no estén adoptando las mismas políticas sobre la publicidad de alimentos dirigidos a menores".
Aunque rehusó a precisar los nombres de estas compañías o mercados a los que se refiere, dijo que la OMS cree que estas empresas no estaban cumpliendo su responsabilidad en los países pobres de la misma forma en la que parece que lo están haciendo en los mercados de países desarrollados.
La diferencia de resultados subraya la importancia de que los gobiernos controlen la implementación de cualquier acuerdo alcanzado en este sentido con la industria. "La idea --dice-- es que los gobiernos tienen que liderar este proceso", aunque son ellos los que deben elegir la mejor aproximación. Algunos gobiernos podrían preferir dictar normas sobre la publicidad, otros acuerdos de auto-regulación con la industria.
Fuente: Reuters/EuropaPress
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