Quitarse los zapatos antes de entrar a su casa es el equivalente de salud pública de lavarse las manos. Es gratis, no podría ser más sencillo, y sin embargo no muchos de nosotros lo hacemos. La suciedad no es la única cosa que entra a los hogares a través de los zapatos. Piense en los residuos de contaminantes al aire libre que pueden encontrarse en sus suelas de sus zapatos: pesticidas, gases de escape de automóviles, plomo, alérgenos, además de otros agentes cancerígenos y disruptores endocrinos.
Todas estas circunstancias suponen un riesgo significativo para todos los miembros de la familia y pueden alcanzar niveles peligrosos al caminar (pisar) repetidamente dentro de la casa, sobre todo en alfombras. Los niños y las mascotas son especialmente vulnerables porque están en contacto más directo con el suelo que la mayoría de los adultos.
Al quitarse los zapatos, podrá disminuir de manera drástica, la cantidad de suciedad y residuos que todos llevamos hacia dentro de nuestros hogares. Según algunas estimaciones, el 85% de la suciedad de los hogares corresponde al sucio de los zapatos de vestir y las patas de los animales domésticos.
La adopción de una política de "sin zapatos" también significa que no estaremos tan tentados para llegar a usar limpiadores fuertes que pueden ser dañinos para la salud, y ahorraremos tiempo y energía, aspirando con menos frecuencia.
Al quitarse los zapatos, podrá disminuir de manera drástica, la cantidad de suciedad y residuos que todos llevamos hacia dentro de nuestros hogares. Según algunas estimaciones, el 85% de la suciedad de los hogares corresponde al sucio de los zapatos de vestir y las patas de los animales domésticos.
La adopción de una política de "sin zapatos" también significa que no estaremos tan tentados para llegar a usar limpiadores fuertes que pueden ser dañinos para la salud, y ahorraremos tiempo y energía, aspirando con menos frecuencia.
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