A los 7 años:
Papá es un sabio, todo lo sabe.
A los 14:
Me parece que papá se equivoca en algunas cosas que dice.
A los 20:
Papá está un poco atrasado en sus teorías, no es de esta época.
A los 25:
“El viejo” no sabe nada... está definitivamente perdido.
A los 35:
Con mi experiencia, mi padre a esta edad hubiera sido millonario.
A los 45:
No sé si ir a consultar con el viejo este asunto; tal vez pudiera aconsejarme.
A los 55:
La verdad es que tenía ideas y clarividencia notables. Qué lástima que se haya muerto el viejo!
A los 60:
Pobre papá, era un sabio! Qué lástima que lo haya comprendido demasiado tarde.
Reflexión
Esto es verídico y aplica tanto al padre como a la madre. Lamentablemente, a veces nos damos cuenta un poco tarde que nuestros padres eran realmente sabios y tenían razón. Aunque quizás no aceptamos los consejos en su momento, al menos nos quedan las enseñanzas que siempre podemos recordar y aplicar.
Ojalá que los jóvenes de hoy pudieran aprender esta lección con mayor rapidez y accedieran a escuchar los consejos de sus padres y meditar al respecto, pero sobre todo a buscar las palabras de papá y mamá cuando tienen necesidad de guía.
Un Feliz Fin de Semana para padres, madres e hijos!!!
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