Estoy segura que todos nos consideramos personas honestas, y seguramente lo somos. No osaríamos robarnos un carro o un vestido en una tienda, y pensamos que los ladrones criminales merecen castigo.
Sin embargo, a pesar de tener bien claro el concepto de hurto y de que nunca nos atreveríamos a robar un banco, consideramos los pequeños robos como insignificantes y hasta tratamos de justificarlos, sobre todo en estos tiempos de crisis.
A continuación enumero algunas situaciones en las cuales, diariamente, buenas y honestas personas ofrecen un punto de vista debatible para el llamado hurto. Ojo, que no estoy presentando una posición moralista, ya que yo podría confesar haber realizado algunas de las ofensas que voy a mencionar, simplemente me parece gracioso como a veces tratamos de justificarnos cuando hacemos algo que sabemos que es incorrecto… y esto nos pasa a casi todos.
Llevarse una toalla o dos de los hoteles
Se ha creado una cultura en la que no parece errado llevarse cosas de los hoteles, como champú, jabones, papeles, bolígrafos, gorras de baño, etc. Y resulta que llevarse una toalla parece parte del paquete. Incluso, si ésta tiene bordado el nombre del hotel, se convierte automáticamente en un souvenir.
Justificamos esta acción porque asumimos que “el precio de la habitación ya contempla que nos vamos a llevar la toalla”, o que eventualmente ésta “será desechada después de un cierto número de usos.”
Tomar champú u otras cositas, no es tan malo. Pero llevarse una toalla, bata, focos o baterías del control remoto, es un verdadero hurto.
Tomar un puñado de Splenda, sobrecitos de ketchup, sal, pimienta, servilletas donde sea que estén disponibles.
Pensamos, por qué pagar por algo que puedo obtener gratis? A veces decimos que “tomamos servilletas adicionales en caso de que se nos derrame algo”.
Justificamos esta acción ya que consideramos que estos objetos se encuentran disponibles para ser tomados, porque están incluidos en el precio de las comidas o bebidas. Pensamos… “si en realidad les importara la cantidad que tomamos, no los tendrían disponibles”.
Pero el asunto es que debe haber un límite; tomar 2 o 3 sobrecitos de Splenda puede no ser tan malo, pero tomar 5 o 10 ya raya en hurto criminal (es prácticamente 1/5 de lo que trae la caja que compraríamos en el supermercado).
Ver una “doble función”, colándose en otra sala de cine luego de terminada la película.
Cuando estás saliendo, te das cuenta que otra película que también quieres ver, está por empezar en otra sala de cine, y su entrada está desatendida.
Justificamos esta acción pensando que acabamos de gastar un montón de dinero entre la entrada del cine y el combo de pop corn y soda, y es justo hacer valer mi dinero. Además, el cine está medio lleno, por lo que el espacio que estoy ocupando no les está haciendo perder dinero.
La realidad es que estas películas cuestan mucho dinero para ser realizadas, y es justo pagar para verlas. Como nota adicional, yo no considero errado llevar mis propias bebidas o snacks al cine, porque las que allí se venden son exageradamente caras, y lograr ganancias de esto, no es el negocio principal del cine.
Llevar a casa papel de fotocopiadora, y otros útiles de oficina para uso personal.
Justificamos esta acción considerando que los útiles de oficina son beneficios adicionales, y pensando que de todas formas, las empresas gastan tanto papel en todo tipo de documentos, que aparentemente no les importa mucho el gasto de papel, y como compran al mayoreo, obtienen buenos descuentos, así que llevarme el papel no es gran cosa.
Como quiera mirarlo, llevarse útiles de oficina para su uso personal o el de su familia, es incorrecto.
Cargar el celular durante el día en el trabajo.
Justificamos esta acción, convenciéndonos a nosotros mismos de que no tuvimos tiempo de cargarlo en casa o que se nos olvidó. Cuando en realidad no nos importa estar utilizando la electricidad de la empresa, ya que lo que consumo probablemente sea como el pelo de un gato en comparación con el monto de la cuenta mensual que pagan por electricidad.
Ya sea de manera inconsciente o consciente, estamos buscando ahorrar el consumo de electricidad en nuestras casas, trasladando el gasto a alguien mas. Esto no puede estar bien, sería como robarle electricidad al vecino.
Bajar música o películas de internet sin pagar por ello.
Justificamos esta acción, pensando que si se encuentra disponible en internet para ser descargado, porque voy a pagar por esto? No tiene bloqueos ni ningún medio de seguridad que me impida descargarlo, entonces probablemente, esto no tenga mayor importancia.
Sin embargo, al igual que en el caso del cine, se invirtió dinero para la realización de las películas o la grabación de las canciones, y sus productores esperan obtener ganancias de esto.
Considera otras situaciones que también podrían ser inescrupulosas…
- Regresarías un vestido o zapatos o corbata, luego de haberlo usado solo una vez para una boda o un funeral?
- Alguna vez has ido a comer con un amigo que pide un combo que incluye soda con refill y tu no compras ninguna bebida, porque ambos beben de la misma soda y la rellenan cada vez que se acaba?
- Alguna vez te has comido algo mientras haces compras en el supermercado, y luego “se te olvida” pagarlo?
- Alguna vez te han dado el cambio equivocado, por un monto mayor al correcto, y no has dicho nada al respecto?
Es increíble como estas cosas pueden parecernos tonterías, pero si las analizamos con cuidado, nos percatamos que son seriamente incorrectas. Solo tendríamos que ver a nuestros hijos haciendo alguna de estas cosas, y probablemente nos horrorizaríamos.
Ya que la confesión es buena para el alma, por qué no compartir tus historias de crimen? Cual es tu límite en cuanto a lo que traes a tu casa de un hotel? Hay algo en esta lista que tu no consideres como hurto?
Cuéntanos tu opinión.
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