viernes, 13 de mayo de 2011

Que hacer cuando se tienen alergias ambientales

image Para las personas que sufren de alergias ambientales, el mejor tratamiento es la modificación de su entorno doméstico, especialmente en las áreas donde se pasa mas tiempo, como el dormitorio.

El polvo y el moho son los principales alérgenos.  El polvo doméstico contiene muchos componentes a los cuales podemos ser alérgicos, pero los más comunes son los ácaros.  Y no importa cuanto cambiemos la ropa de cama, debajo de nuestras sábanas puede haber una auténtica selva de ácaros e insectos que añoran nuestros fluidos corporales, porque aquí se acumulan restos nuestros, como piel muerta, sangre seca, saliva y sudor, básicamente. Debemos recordar también, que hay insectos, que se alimentan de sangre, y que pueden pasar hasta un año sin comer, por lo que se hace difícil eliminarlos, y pueden estar viviendo justo debajo de nuestras almohadas.

Que son las Alergias?
Nuestros sistema inmunológico está equipado para combatir las sustancias que pueden dañar al cuerpo, como virus o bacterias. Algunas sustancias que entran en el organismo son inofensivas y el cuerpo las ignora; pero los alérgenos son sustancias que pueden desencadenar reacciones alérgicas en algunas personas; entre los alérgenos mas comunes están el polen, los ácaros del polvo, el moho y la caspa de los animales.

En una persona alérgica, el sistema inmunológico confunde el alérgeno con una sustancia dañina, produciendo una reacción alérgica en la cual se liberan sustancias químicas en el organismo, como la histamina. Esta reacción alérgica puede causar rinitis, estornudos, enrojecimiento, picazón en el cuerpo o en la nariz, hinchazón o asma. Aunque no se sabe con certeza porque algunas personas sufren de alergias, se cree que con frecuencia se desarrolla por factores hereditarios.

Alergia a los ácaros del polvo doméstico
Los ácaros del polvo doméstico son criaturas microscópicas relacionadas con la familia de las arañas, que se reproducen muy rápido (cada tres semanas se produce una nueva generación) y se alimentan principalmente de las escamas de piel que desprende el cuerpo humano (un adulto produce al año tantas escamas como para llenar un paquete pequeño de harina).  Podemos hallarlos en todos los hogares, en la mayoría de los lugares que comúnmente habitamos, sobre todo en áreas cálidas y húmedas.  En este preciso instante, mientras usted lee este artículo, una criatura con mandíbulas con forma de aguja se están dando un banquete con la grasa que segregan las glándulas sebáceas de la base de sus pestañas.

Alrededor del 10% de las personas son sensibles a los ácaros, y esta alergia se debe a la descomposición de las partes del cuerpo del ácaro y a las proteínas que recubren su excremento. En el hogar se puede encontrar una elevada concentración de ácaros en colchones, almohadas, ropa de cama, alfombras, cortinas, muebles tapizados y peluches. En solo media cucharadita del polvo casero pueden haber 1,000 ácaros y 150,000 bolitas de sus excrementosCuando se inhalan estos alérgenos, los pacientes sensibilizados pueden desarrollar síntomas alérgicos, tales como congestión nasal, estornudos, tos e incluso asma.

Recomendaciones para el control ambiental
Un adecuado control de
su medioambiente doméstico puede ayudarle a reducir la exposición a los alérgenos, reduciendo así los síntomas de la alergia. La concentración más elevada de alérgenos se encuentra en el dormitorio y en particular en la cama. Por lo tanto, el primer paso para controlar la alergia debe ser reducir la exposición a los alérgenos, sobre todo en el dormitorio.  El objetivo es eliminar el mayor número posible de ácaros.

  • Cubra el colchón con un protector o funda anti ácaros o impermeable a los alérgenos, que generalmente están hechos de plástico y otros materiales especiales que son bastante compactos, y previenen la acumulación de alérgenos en las sábanas y almohadas, que luego se inhalan. Lávelo a menudo.
  • Cubra las almohadas con fundas anti ácaros o impermeables a los alérgenos o reemplácelas por almohadas sintéticas lavables, que debiera lavar cada tres meses.
  • Lave semanalmente la ropa de cama (cubrecolchones, cubrecamas, sábanas) en agua caliente, a una temperatura de al menos 55ºC.  Si no se pueden lavar con agua caliente, el lavado en seco es un método alternativo que puede ayudar a controlar los ácaros o puede introducirlos en el congelador durante cinco horas para matar estos insectos invisibles del polvo doméstico. Es imprescindible el lavado semanal, aunque no sea en agua caliente, para eliminar temporalmente los alérgenos, ya que la ropa de cama se estará contaminando constantemente con ácaros, cada vez que la ponga nuevamente.
  • Cambiar el colchón cada varios años es fundamental para dormir en un entorno saludable.
  • No permita a las mascotas tumbarse en la cama sin un cobertor o protector, pues sus restos corporales se sumarán a los nuestros (eso sin contar que puedan dejar pulgas y garrapatas), haciendo de la cama un lugar más peligroso para la salud.
  • Limite el número de peluche en el dormitorio y lávelos semanalmente en agua caliente.
  • Reemplace todos los muebles tapizados que tenga en la casa, especialmente si son voluminosos. Si es posible, cámbielos por muebles de vinilo, cuero o madera.  Evite dormir o acostarse sobre muebles tapizados.
  • En el dormitorio, mantenga despejadas las superficies que se limpian fácilmente. Coloque los objetos pequeños en cajones o armarios cerrados para evitar que acumulen polvo.  Elimine del dormitorio todo lo que acumula polvo, como muebles tapizados, cortinas y libros. Tenga la ropa guardada en cajones o en un armario con puertas cerradas.
  • Elimine las cortinas de tela de toda la casa, o cámbielas por persianas de madera o metal (tipo Bali Blind), y de no ser posible, échelas en la lavadora cada pocas semanas.
  • Quite las alfombras del dormitorio y otras habitaciones de la casa. No se recomienda el alfombrado que está puesto sobre pisos de cemento, como los sótanos, porque atrapa la humedad y facilita el crecimiento y concentración de ácaros y moho. Los hogares de los pacientes alérgicos deberían tener suelos de madera y/o baldosas.
  • Las alfombras, si debe tenerlas, deben ser aspiradas con frecuencia. El empleo de bolsas de doble espesor o filtros de poros pequeños en la aspiradora puede reducir la cantidad de alérgenos en el aire. Al pasar la aspiradora, los pacientes sensibilizados deberían usar una mascarilla para reducir la cantidad de alérgenos inhalados. Cada pocos meses debe darle una limpieza profesional a las alfombras.
  • Lave las cortinas de la ducha en agua tan caliente como lo admita el tejido, ya que el moho suele crecer en ellas, así como en las paredes y los rincones de la bañera.
  • Reduzca la humedad interior a menos de un 50% y mantenga la temperatura alrededor de 21ºC.
  • Cubra las rejillas de ventilación de aire caliente con filtros para ayudar a limpiar el aire en su punto de entrada, o bien cierre los reguladores de aire y use un radiador eléctrico.
  • Dele mantenimiento al aire acondicionado con regularidad, ya que en los sistemas de aire acondicionado prolifera el moho.
  • Ventile la casa, por lo menos, entre 15 a 30 minutos al día, ya sea que tengamos aire acondicionado o no, preferiblemente en las horas de menor tráfico para evitar la contaminación.  Tener la casa cerrada es una fuente de aumento de la humedad relativa, el moho, los alérgenos de retención y posiblemente contaminantes químicos.

Tenga en cuenta que al pasar la aspiradora se remueven los alérgenos de las alfombras, pero también se eliminan algunos ácaros vivos. Aunque existen sustancias químicas para matar ácaros y desnaturalizar los antígenos, sus efectos no son tan espectaculares ni duran mucho tiempo, por lo que no se recomienda el empleo rutinario de este tipo de sustancias.

Medicamentos
Hay una gran variedad de medicamentos para tratar los síntomas de las alergias causadas por los ácaros del polvo doméstico. Sin embargo, el tratamiento más efectivo para la alergia a los ácaros es evitar o minimizar la exposición, modificando el entorno doméstico. Si la modificación del entorno doméstico no controla completamente los síntomas, el médico alergólogo puede prescribir un tratamiento individualizado para cada paciente.

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