jueves, 29 de noviembre de 2012

Amigos y Enemigos de la Salud

Cuando estamos estresados, sobre todo por períodos prolongados, se puede volver un poco difícil mantener una actitud positiva y optimista, y con frecuencia nos sentimos amargados o malhumorados la mayor parte del tiempo, y en consecuencia tendemos a tener mas problemas de salud:  nos refriamos con mas frecuencia, y estos refriados pueden durar mas del doble de lo que normalmente durarían, nuestras defensas están bajas y somos susceptibles a todos tipo de contagios, tenemos problemas gástricos y estomacales, mas alergias, dolores de cabeza, falta de concentración, problemas para dormir bien, problemas cognitivos, etc.  
 
En fin, es bien sabido que el estrés es enemigo de la salud y creo que todos somos conscientes de esto, sobre todo si llevamos una vida estresada.  El estrés se define como “cualquier interferencia que perturba el bienestar mental o física de una persona; aunque generalmente definimos el estrés como una respuesta a condiciones o sucesos, tantos rutinarios como fuera de lo común.”

Se ha descubierto que las personas con un mejor sentido del bienestar tienden a tener índices más saludables de presión arterial, colesterol y peso, además de que se ejercitan con mayor frecuencia, llevan una dieta más sana, duermen bien y evitan el cigarro. Sin embargo, lo que aún no se sabe a ciencia cierta es si la actitud positiva hace que la gente se sienta más dispuesta a tomar medidas saludables para el corazón, o si vivir más sano contribuye a tener una perspectiva más positiva.

Por todo lo anteriormente expuesto, he querido compartir algunos sanos consejos para mantener una vida con bajos niveles de estrés:
  • De una caminata: caminar es una poderosa arma contra el estrés, independientemente de la velocidad. Puede hacerlo solo, acompañado o con su perro.
  • Haga de la música parte de su vida.  La música es el alimento del alma.  Definitivamente aleja el estrés, ya que se concentra en ella.  Escuche música cada vez que pueda: en el auto, mientras realiza labores en el hogar, mientras se baña, mientras espera, etc. Si le provoca cantar, cante; si le provoca bailar, baile.  Dele rienda suelta al placer que la música produce.
  • Relájese nadando.  Nadar puede aliviar la tensión muscular y la rigidez de las articulaciones causada por el estrés.  El agua sostiene el cuerpo liberando los músculos del esfuerzo de mantener la postura.  Pruebe flotar con los ojos cerrados, mientras visualiza como toda la tensión sale de su cuerpo hacia el agua.
  • Adapte su medio ambiente: el color, la luz y el sonido pueden trabajar a su favor, reduciendo el estrés, o en su contra, aumentándolo.  Por ejemplo, pinte su habitación de celeste o blanco con accesorios coloridos, en lugar de hacerlo con colores fuertes.  La iluminación en su vivienda y lugar de trabajo son importantes; las luces deben ser de colores suaves o cálidos; se cree que los focos fluorescentes pueden ocasionar migrañas debido a su titilar subliminal.  En cuanto al sonido, todos sabemos que un ambiente ruidoso es estresante, incluyendo los ruidos de fondo y hasta los de baja frecuencia.
  • Concédase recompensas, ya que las mismas producen una liberación de endorfinas que reducen el dolor y nos ayudan a sentirnos bien.  Se trata de actividades o situaciones que disfrute, como ir al cine, visitar un parque, leer una revista, conversar con amistades, etc.
  • Establezca rituales.  La gente que vive estresada generalmente está rodeada de caos mental y físico.  Establecer rituales le ayuda a ahorrar tiempo; con el tiempo, los rituales se convierten en algo automático y de esta forma no necesita mucha planeación para llevar a cabo ciertas actividades.
  • Priorice la perfección: si usted es perfeccionista, tiene mayores probabilidades de sufrir estrés.  Se puede manejar el perfeccionismo, tomando control de las cosas pendiente (ya sea en casa o en el trabajo); determine cuanto tiempo para hacer algo y a luego decida con que nivel de calidad puede llevarlo a cabo en ese tiempo. Ojo… no se trata de ser mediocre, sino de optimizar el tiempo siendo perfeccionista con lo que es realmente importante.
  • Aprenda a delegar: al darle responsabilidad a otros, aceptamos que no podemos hacerlo todo nosotros solos.  Si no delega, se sobrecarga y por ende se estresa, lo que en realidad lo hace menos productivo.  Al entregar una tarea a otra persona, solo hay que asegurarse de que ambas partes entiendan con claridad los objetivos, mecanismos para realizarla y límites de tiempo, estableciendo puntos de verificación en el camino.
  • No postergue las cosas.  La postergación solo agrava el estrés, ocasiona sentimientos de culpa y a veces disminuye la autoestima, al no lograr los objetivos a tiempo.  Analice porqué posterga una tarea y trate de probar desglosándola en otras mas pequeñas.
  • Disminuya la velocidad: aunque no parece importante, si trata de moverse, hablar y comportarse de forma mas lenta y relajada, podrá darse cuenta que esto le hace a reducir el estrés.  Se trata de un cambio de ritmo: maneje mas despacio, haga una pausa antes de comer, luego de estacionar el auto, espero unos minutos antes de bajarse (si quiere, escuche el radio), dese una ducha después del trabajo, no conteste el teléfono apenas suena.
  • Haga pausas:  Si su trabajo es estresante o tiene que encargarse de niños pequeños o cuidar personas mayores o con alguna enfermedad, procure tener un día libre totalmente para usted.  También aproveche el tiempo que tenga que pasar en una fila, en el tráfico o en una sala de espera, para leer, hacer listas de pendientes o deseos, o simplemente para organizar sus ideas.
  • Cultive su espiritualidad: en ocasiones de mucho estrés, las creencias religiosas o espirituales nos permiten poner las cosas en perspectiva.  Aunque la religión organizada proporciona estructura y rituales, la espiritual no tiene que practicarse necesariamente en un lugar formal de culto.
  • Adopte una mascota: se ha demostrado que cualquier tipo de mascota desempeña un papel vital en el alivio del estrés, debido a los vínculos emocionales que se desarrollan con ellas y que ayudan a mantener lejos la soledad.
  • Tome vacaciones, es decir “un tiempo vacante o sin programación”, totalmente alejado del trabajo y cualquier cosa relacionada con él.  Sicológicamente es necesario para renovarse. La clave realmente importante es cambiar de escenario.
  • Tenga un hobby o pasatiempo.  Su definición es “un trabajo pesado que uno no haría para ganarse la vida”.  Al estar inmerso en un actividad que le agradece, se olvidará del estrés y  alcanzará un nivel de relajación total.  Los pasatiempos también le dan diversidad a su vida y por lo general deben ser un reto para su mente.
  • Defina límites y aprenda a decir “No”.  Los límites constituyen la manera en que usted control de su tiempo y de su espacio, expresan el alcance de su responsabilidad y le hacen saber a los demás lo que usted está dispuesto a hacer o aceptar.  Si no tiene límites, es difícil decir “No”, lo que es básicamente una invitación al estrés.  Como hacer? Resista la tentación de contestar enseguida, sopese la petición contra sus valores y metas, decida y responda.
  • Establezca prioridades. Significa saber específicamente como invertir el tiempo para lograr mejor sus objetivos.  Pueden ser “importantes y urgentes”, “importantes pero no urgentes”, “urgente pero no importante” o “ni urgente ni importante”.  Cuando decida la prioridad de cada cosa, asignará el tiempo y recursos necesarios y realizará sus metas con menos estrés.
  • Elabore listas, listas y mas listas. Tener listas de tareas diarias, semanales y/o mensuales, le ayuda a ser realista con respecto a su tiempo y libera su mente de la preocupación de acordarse de las tareas pendientes, teniéndolas presentes al mismo tiempo.  Antes de acostarse o cuando sienta que tiene sobrecarga mental, prepare listas a fin de poder descargar lo que hay en su mente.
  • Socialice: lo peor para el estrés  es el aislamiento, ya que permite centrarnos mas en nuestros problemas; coma con amigos, pase tiempo con niños pequeños o haga algún trabajo voluntario que le agrade,
  • No se salte las comidas, trate de mantener el horario para comer y hágalo en un ambiente tranquilo.  El estrés afecta el sistema digestivo produciendo demasiado ácidos gástricos,  a parte de que puede interferir con la absorción de nutrientes y provocar dolores de estómago.  Si come sus alimentos de una forma relajada, disfrutando del momento, puede combatir el estrés.  Desayune frente a una ventana o en un patio exterior, no almuerce en su oficina o escritorio, ni hable de negocios o trabajo mientras come, y trate de cenar con su familia.  Cuando se salta comidas, le cuesta mas hacerle frente al estrés debido a la falta de energía.
  • Aprenda técnicas de relajación: busque información o tome un curso, porque es bien sabido que las técnicas de relajación producen liberación de endorfinas. Hay muchas técnicas que pueden aportarle relajación como la meditación, la respiración profunda, el yoga, el tai chi, etc.  Pruebe cual es la que mejor se adapta a su estilo de vida.
  • Explore la medicina y terapias alternativa.  Se ha demostrado que son muy efectivas.  Algunas que puede probar son: acupuntura, acupresión, naturopatía, medicina ayurvédica, quiropraxia, masajes, terapia osteopática, etc. 

Siempre hay cosas que podemos hacer para combatir el estrés.  Trácese un plan semanal y procure cumplirlo.  A veces estamos muy cansados para salir a caminar o ir nadar, entonces intente otra cosa que le consuma menos energía como escuchar música o jugar juegos de mesa en familia o con amigos.  Si hay algo que disfrute mucho, como el karaoke, comerse un rico postre o pasear por la playa, trate de hacerlo, al menos 2 o 3 veces al mes.

Espero que estos sencillos consejos sienten la pauta para una terapia natural y personal que le permitan combatir el estrés, ya que a veces lo único que se necesita es modificar un poco el estilo de vida.


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