Un estudio publicado hace poco en la revista Journal of Personality and Social Psychology ha revelado que las personas que sienten especial afición por los sabores dulces (caramelos, pasteles, chocolate…, etc.) en general, son más amables y se muestran más predispuestas a ayudar y colaborar de manera desinteresada, lo que indica que existe una relación entre la personalidad y el comportamiento alimentario.
Así que si eres como yo (irremediable amante de las golosinas y dulcera a morir) sin duda alguna debes ser una persona muy dulce y con disposición agradable la mayor parte del tiempo.
Apreciemos las cosas dulces de la vida, incluyendo los chocolates, pasteles, dulces, galletas, brownies, etc., mientras podamos. La vida es corta y hay que disfrutar, pero siempre sin exagerar.
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