Ricardo Palma en su obra "Nadie muere hasta que Dios quiere", dice que los mandamientos de la mujer casada son diez, como los de la Ley de Dios:
- Amar a su marido sobre todas las cosas.
- No jurarle amor en vano.
- Hacerle fiestas.
- Quererlo más que a padre y madre.
- No atormentarlo con celos y refunfuños.
- No traicionarlo.
- No gastarle el dinero en perifollos.
- No fingir ataques de nervios ni hacer mimos a los primos.
- No desear más prójimo que a su marido.
- No codiciar el lujo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario