Todos vamos por la vida, buscando sensación de bienestar y formas de liberar nuestro estrés. Un método natural, extraído de la naturaleza, son las lámparas de sal del Himalaya, que según entiendo, neutralizan la contaminación electromagnética que producen tantos aparatos electrónicos con que contamos actualmente en nuestra moderna vida diaria. La ionización del ambiente en que vivimos influye en nuestra salud física y mental, y a diferencia del pasado, hoy experimentamos un desequilibrio electromagnético en el ambiente. La calidad del aire que respiramos es esencial para nuestra salud y bienestar; no sólo nos mantiene vivos, sino que también nos permite pensar con claridad, conciliar un sueño profundo y permanecer sanos.
La contaminación electromagnética debida al exceso de iones positivos en el aire, puede ocasionar fatiga, pesadez y alteraciones en el sistema nervioso, como ansiedad, depresión e insomnio, a parte de problemas respiratorios, alergias y demás efectos nocivos a la salud física y espiritual del ser humano. Las Lámparas de sal del Himalaya, aunque no son "dispositivos médicos", emiten iones negativos, reduciendo los agentes contaminadores del aire. Mejoran la calidad del espacio donde se colocan, al compensar el exceso de iones positivos emitidos por computadoras, televisores, teléfonos celulares, microondas y tantos aparatos electrónicos que nos rodean actualmente.
Según la antiquísima sabiduría del Feng Shui, el arte milenario chino que estudia la armonía entre la luz y los colores, la simetría y los espacios, la luz disuelve las energías negativas y atrae la fuerza vital, la alegría y la salud, por lo que estas lámparas de sal se recomiendan para armonizar el entorno, ya que son recursos ideales para balancear estancias que tengan formas irregulares o con figuras incompletas, colocándolas en el lugar faltante. Son decorativas y emiten una luz anaranjada que crea un clima cálido, relajado y confortable. Son fuente de serenidad, armonía y bienestar, que armonizan los rincones perdidos donde se estanca la energía.
En la naturaleza, los iones negativos se originan por medio del viento, la luz del Sol, las cascadas, las tempestades o la lluvia. En el aire fresco encontramos hasta 4,000 iones negativos por centímetro cúbico y cerca de una cascada, por ejemplo, pueden contabilizarse hasta 10,000. Sin embargo, en las grandes ciudades su número no supera los 100 por centímetro cúbico.
Según algunos estudios, se ha demostrado que las lámparas de cristal de sal pueden aumentar el número de iones negativos hasta en un 300%. Es decir que una forma efectiva de incrementar el número de iones negativos en el hogar podría ser instalando una lámpara de sal, que además de reducir los agentes contaminadores del aire, es un objeto bellísimo, que ioniza naturalmente aportando calidez y claridad a los espacios.
Sus fabricantes afirman que son beneficiosas para la salud, debido a los iones negativos que liberan constantemente, gracias al calor de la bombilla y de la sal; son beneficiosas para la relajación, conciliar el sueño, reducir la sensación de fatiga y estrés, aumentar la productividad en el trabajo mejorando la concentración, equilibrar el ritmo cardíaco y respiratorio, alergias, asma y otros problemas respiratorios como bronquitis, depresión, fatiga crónica, insomnio, problemas de tiroides e hipertensión; los iones negativos refuerzan las defensas fortaleciendo el sistema inmune, purifican la sangre, evitan infecciones e incluso reducen la susceptibilidad a la gripe. Cuando el cuerpo reacciona violentamente contra el polen, el polvo, alimentos o sustancias nocivas del medio ambiente, se producen alergias, que pueden aliviarse si el ambiente en el que vive el paciente está cargado de iones negativos, reduciendo la severidad de los ataques de asma. Igualmente, los síntomas del reumatismo, los dolores de cabeza, los dolores de las articulaciones y las molestias digestivas evolucionan más favorablemente, ya que los iones negativos proporcionan mejoría.
Estas lámparas de sal no deben sumergirse en agua ni limpiarse con un trapo húmedo, pues la sal podría disolverse. Por el mismo motivo, no deben dejarse durante mucho tiempo al aire libre, junto a una ventana abierta o en una estancia húmeda. También hay que mantenerlas a una distancia prudencial de fuentes de agua y de plantas que precisen un riego regular. En caso de que la lámpara se moje, lo mejor es dejarla encendida hasta que se seque. Para mantenerlas limpias solo es necesario limpiarlas con un cepillo o un paño seco.
Aunque los beneficios que he descrito no han sido científicamente probados, y suelen ser considerados como seudociencia, vale la pena tomarlo en cuenta, y procurar experimentar en carne propia. Las lámparas de sal del Himalaya, vienen en diferentes formas como lámpara natural, lámpara con forma de cuenco, lámpara pirámide, lámpara planeta y portavelas de sal con y sin quemador de esencias, y son piezas únicas talladas a mano a partir de bloques de sal cristalizada, que a parte de todo, son hermosos objetos que sirven para decorar e iluminar el hogar.
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