miércoles, 20 de abril de 2011

Quien empaca tu paracaídas?

image Charles Plumb fue un piloto de jets de la US Navy en Vietnam.

Después de 75 misiones de combates, su avión fue destruido por un misil tierra-aire. Plumb fue expulsado del avión y su paracaídas se abrió y aterrizó en tierras enemigas. El fue capturado y pasó 6 años en una prisión Comunista Vietnamita. El sobrevivió la prueba y ahora dicta lecciones aprendidas de su experiencia.

Un día, cuando Plumb y su esposa estaban sentados en un restaurante, un hombre en otra mesa se acercó y le dijo: "Tu eres Plumb! Tú piloteabas aviones caza en Vietnam desde el portaaviones Kitty Hawk. Tu fuiste derribado!".

"Como es posible que tu sepas esto?" - preguntó Plumb.

"Yo empaqué tu paracaídas", el hombre contestó. Plumb se quedó con la boca abierta por la sorpresa y agradecido.

El hombre extendió su mano y dijo, "Me imagino que funcionó". Plumb le aseguró, "Seguro que lo hizo. Si tu paracaídas no hubiese funcionado, no estaría aquí hoy".

Plumb no pudo dormir esa noche, pensando acerca de aquel hombre. Plumb dice, "Yo estuve imaginando como luciría él con un uniforme del Navy. Me imagino cuantas veces lo pude haber visto y no decirle "Buenos días, como estás?" o algo mas porque, como ven, yo era un piloto y el solo un marinero".

Plumb pensó en las largas horas que el marinero pasó en una mesa larga de madera en las entrañas del barco, empacando cuidadosamente cada paracaídas, teniendo en sus manos muchas veces el destino de alguien que ni siquiera conocía.

Ahora, Plumb pregunta a su audiencia, "¿Quien empaca tu paracaídas?"

Cada uno tiene a alguien que le provee lo que necesita para pasar el día. Plumb también puntualiza que el necesitó muchos tipos de paracaídas cuando su avión fue derribado sobre tierra enemiga, el necesitó su paracaídas físico, su paracaídas mental, su paracaídas emocional, y su paracaídas espiritual. El recurrió a todos estos soportes antes de lograr la libertad y seguridad.

Algunas veces en los desafíos diarios, que la vida nos da, descuidamos lo que es realmente importante. Nosotros podemos fallar en decir hola, por favor o gracias; felicita a alguien por algo maravilloso que le haya pasado, regala un cumplido o simplemente has algo amable sin ninguna razón.

Cuando vayas por el transcurso de esta semana, este mes, este año, reconoce a la gente que empaca tu paracaídas.

Yo comparto esta historia como una forma de agradecerte por tu parte para empacar mi paracaídas. Y espero que tú lo compartas con aquellos quienes te han ayudado a empacar el tuyo.

Algunas veces, nos preguntamos por qué nuestros amigos nos mandan chistes sin escribir una palabra, no pienses que te lo han enviado solo por reenviarte un chiste, sino porque han pensado en ti hoy, y tu amigo en el otro lado de la computadora quiso enviarte una sonrisa.

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