sábado, 31 de diciembre de 2011
viernes, 30 de diciembre de 2011
Por un mejor Año Nuevo
Hoy tenemos edificios más altos y autopistas más anchas, pero temperamentos mas cortos y puntos de vista más estrechos.
Gastamos mas, pero disfrutamos menos.
Tenemos casas más grandes, pero familias más chicas.
Tenemos mas compromisos, pero menos tiempo.
Tenemos mas conocimientos, pero menos criterio.
Tenemos mas medicinas, pero menos salud.
Hemos multiplicado nuestras posesiones, pero hemos reducido nuestros valores.
Hablamos mucho, amamos poco y odiamos demasiado.
Hemos llegado a la Luna y regresamos, pero tenemos problemas para cruzar la calle y conocer a nuestro vecino...
Hemos conquistado el espacio exterior pero no el interior.
Tenemos mayores ingresos, pero menos moral.
Estos son tiempos con mas libertad, pero menos alegría.
Con mas comida, pero menos nutrición.
Son días en los que llegan dos sueldos a casa, pero aumentan los divorcios.
Son tiempos de casas mas lindas, pero más hogares rotos.
Por todo esto propongo para este año que comienza:
Gastamos mas, pero disfrutamos menos.
Tenemos casas más grandes, pero familias más chicas.
Tenemos mas compromisos, pero menos tiempo.
Tenemos mas conocimientos, pero menos criterio.
Tenemos mas medicinas, pero menos salud.
Hemos multiplicado nuestras posesiones, pero hemos reducido nuestros valores.
Hablamos mucho, amamos poco y odiamos demasiado.
Hemos llegado a la Luna y regresamos, pero tenemos problemas para cruzar la calle y conocer a nuestro vecino...
Hemos conquistado el espacio exterior pero no el interior.
Tenemos mayores ingresos, pero menos moral.
Estos son tiempos con mas libertad, pero menos alegría.
Con mas comida, pero menos nutrición.
Son días en los que llegan dos sueldos a casa, pero aumentan los divorcios.
Son tiempos de casas mas lindas, pero más hogares rotos.
Por todo esto propongo para este año que comienza:
No guardes nada "Para una ocasión especial", porque cada día que vivas, es una ocasión especial.
Busca a Dios, aprende a conocerle, lee mas.
Siéntate en la terraza y admira la vista sin fijarte en las malas hierbas.
Pasa mas tiempo con tu familia y con tus amigos, come tu comida preferida, visita los sitios que ames.
La vida es una sucesión de momentos para disfrutar, no es sólo para sobrevivir.Si estás tan ocupado que no puedes tomarte unos minutos para compartir este mensaje con alguien que quieras, y te dices a ti mismo que lo enviarás "uno de estos días", piensa que "uno de estos días" puede estar muy lejano, o puede que tu mensaje no llegue nunca.
Las frases "Uno de estos días" o "Algún día", quítalas de tu vocabulario.
Escribamos aquella carta que pensábamos escribir "uno de estos días".
Digamos hoy a nuestros familiares y amigos, cuanto los queremos.
Por eso, no retardes nada que agregaría risa y alegría a tu vida.
Cada día, cada hora, cada minuto es especial.
jueves, 29 de diciembre de 2011
miércoles, 28 de diciembre de 2011
La historia de Ruthie
Jamás olvidaré el día en que mamá me obligó a ir a una fiesta de cumpleaños, cuando estaba en tercer grado.
Una tarde llegué a casa con una invitación algo manchada de jalea. "No pienso ir" - dije -. "Es una chica nueva que se llama Ruth. Berniece y Pat no irán. Invitó a toda la clase. A los treinta y seis".
Mamá estudió con extraña tristeza esa invitación hecha a mano. De pronto anunció: "Bueno, tú irás. Mañana iré a comprar el regalo". Yo no podía creerlo. ¡Mamá nunca me había obligado a ir a una fiesta! Eso me mataría, sin duda. Pero no hubo ataque de histeria que la hiciera cambiar de opinión.
Llegó el sábado, mamá me sacó de la cama para que envolviera el regalo: Un bonito juego de peine, espejo y cepillo, de color rosa perlado, que había comprado por menos de tres dólares. Luego me llevó en su viejo automóvil amarillo. Ruth abrió la puerta y me guió por la escalera más empinada y peligrosa que yo había visto jamás. Cruzar la puerta fue un verdadero alivio; los pisos de madera relumbraban en la sala llena de sol. Los muebles eran viejos, pero estaban recubiertos por fundas níveas e impecables.
En la mesa vi el pastel más grande de mi vida. Estaba decorado con nueve velas rosadas, un "Feliz Cumpleaños Ruthie" bastante desmañado y algo que parecían pimpollos de rosa. Rodeaban al pastel treinta y seis tazas llenas de chocolate casero, cada una con su nombre. "No será tan horrible una vez que lleguen las otras", me dije.
Y pregunté a Ruth: "¿Dónde está tu mamá?"
Ella bajó la vista al suelo y dijo: "Bueno, está medio enferma".
"Ah. ¿Y tu papá?", pregunté.
"Se fue".
Luego se hizo silencio; sólo se oían algunas toses carrasposas detrás de una puerta cerrada.
Pasaron quince minutos. Luego, diez más. De pronto comprendí la horrible verdad: No vendría nadie. ¿Cómo escapar de allí?
En medio de mi autocompasión oí unos sollozos apagados. Al levantar la vista me encontré con la cara de Ruth, surcada de lágrimas. De inmediato, mi corazón de niña se llenó de simpatía hacia Ruth y de ira contra mis treinta y cinco egoístas compañeras.
Me levanté de un salto, plantando en el suelo los zapatos de charol blanco, y proclamé a todo pulmón: "¿Para qué queremos a las otras?" La expresión sobresaltada de Ruth se convirtió en entusiasmado acuerdo. Allí estábamos: Dos niñas de ocho años con un pastel de tres pisos, treinta y seis tazas de chocolate, helado, litros y litros de refresco rojo, tres docenas de artículos de cotillón, juegos a jugar, premios a ganar.
Empezamos por el pastel. Como no encontrábamos ningún fósforo y Ruthie (había dejado de ser Ruth) no quería molestar a su mamá, nos limitamos a fingir que las encendíamos. Le canté el Feliz Cumpleaños en tanto ella pedía un deseo y apagaba de un soplido las velas imaginarias. En un abrir y cerrar de ojos llegó el mediodía y mamá hizo sonar su bocina frente a la casa. Después de recoger todos mis recuerdos y de dar mil gracias a Ruthie, volé al auto burbujeando de alegría.
"¡Gané todos los juegos! Bueno, la verdad es que Ruthie ganó el de ponerle la cola al burro, pero dijo que la del cumpleaños no podía llevarse los premios, así que me lo cedió. Y repartimos las cosas de cotillón, la mitad para cada una. Le encantó el juego de tocador, mamá. Yo era la única. ¡La única de todo el tercer grado! y no veo la hora de decirle a las otras que se perdieron una fiesta estupenda."
Mamá detuvo el coche junto al cordón y me abrazó con fuerza. "¡Estoy orgullosa de tí!" - me dijo, con lágrimas en los ojos.
Ese día descubrí que una sola persona puede cambiar las cosas. Yo había cambiado por completo el noveno cumpleaños de Ruthie. Y mamá había cambiado mi vida por completo.
Una tarde llegué a casa con una invitación algo manchada de jalea. "No pienso ir" - dije -. "Es una chica nueva que se llama Ruth. Berniece y Pat no irán. Invitó a toda la clase. A los treinta y seis".
Mamá estudió con extraña tristeza esa invitación hecha a mano. De pronto anunció: "Bueno, tú irás. Mañana iré a comprar el regalo". Yo no podía creerlo. ¡Mamá nunca me había obligado a ir a una fiesta! Eso me mataría, sin duda. Pero no hubo ataque de histeria que la hiciera cambiar de opinión.
Llegó el sábado, mamá me sacó de la cama para que envolviera el regalo: Un bonito juego de peine, espejo y cepillo, de color rosa perlado, que había comprado por menos de tres dólares. Luego me llevó en su viejo automóvil amarillo. Ruth abrió la puerta y me guió por la escalera más empinada y peligrosa que yo había visto jamás. Cruzar la puerta fue un verdadero alivio; los pisos de madera relumbraban en la sala llena de sol. Los muebles eran viejos, pero estaban recubiertos por fundas níveas e impecables.
En la mesa vi el pastel más grande de mi vida. Estaba decorado con nueve velas rosadas, un "Feliz Cumpleaños Ruthie" bastante desmañado y algo que parecían pimpollos de rosa. Rodeaban al pastel treinta y seis tazas llenas de chocolate casero, cada una con su nombre. "No será tan horrible una vez que lleguen las otras", me dije.
Y pregunté a Ruth: "¿Dónde está tu mamá?"
Ella bajó la vista al suelo y dijo: "Bueno, está medio enferma".
"Ah. ¿Y tu papá?", pregunté.
"Se fue".
Luego se hizo silencio; sólo se oían algunas toses carrasposas detrás de una puerta cerrada.
Pasaron quince minutos. Luego, diez más. De pronto comprendí la horrible verdad: No vendría nadie. ¿Cómo escapar de allí?
En medio de mi autocompasión oí unos sollozos apagados. Al levantar la vista me encontré con la cara de Ruth, surcada de lágrimas. De inmediato, mi corazón de niña se llenó de simpatía hacia Ruth y de ira contra mis treinta y cinco egoístas compañeras.
Me levanté de un salto, plantando en el suelo los zapatos de charol blanco, y proclamé a todo pulmón: "¿Para qué queremos a las otras?" La expresión sobresaltada de Ruth se convirtió en entusiasmado acuerdo. Allí estábamos: Dos niñas de ocho años con un pastel de tres pisos, treinta y seis tazas de chocolate, helado, litros y litros de refresco rojo, tres docenas de artículos de cotillón, juegos a jugar, premios a ganar.
Empezamos por el pastel. Como no encontrábamos ningún fósforo y Ruthie (había dejado de ser Ruth) no quería molestar a su mamá, nos limitamos a fingir que las encendíamos. Le canté el Feliz Cumpleaños en tanto ella pedía un deseo y apagaba de un soplido las velas imaginarias. En un abrir y cerrar de ojos llegó el mediodía y mamá hizo sonar su bocina frente a la casa. Después de recoger todos mis recuerdos y de dar mil gracias a Ruthie, volé al auto burbujeando de alegría.
"¡Gané todos los juegos! Bueno, la verdad es que Ruthie ganó el de ponerle la cola al burro, pero dijo que la del cumpleaños no podía llevarse los premios, así que me lo cedió. Y repartimos las cosas de cotillón, la mitad para cada una. Le encantó el juego de tocador, mamá. Yo era la única. ¡La única de todo el tercer grado! y no veo la hora de decirle a las otras que se perdieron una fiesta estupenda."
Mamá detuvo el coche junto al cordón y me abrazó con fuerza. "¡Estoy orgullosa de tí!" - me dijo, con lágrimas en los ojos.
Ese día descubrí que una sola persona puede cambiar las cosas. Yo había cambiado por completo el noveno cumpleaños de Ruthie. Y mamá había cambiado mi vida por completo.
martes, 27 de diciembre de 2011
lunes, 26 de diciembre de 2011
miércoles, 21 de diciembre de 2011
Las mujeres sufren de multitarea más que los hombres
Se dice que la multitarea no es posible, que nadie tiene esta capacidad; sin embargo, muchos hombre y mujeres lo intentan. Pero ¿sabía usted que las mujeres son más afectadas que los hombres, por el intento de realizar diversas tareas simultáneamente?
Según un estudio de la Universidad del Estado de Michigan dirigido por la profesora de sociología Barbara Schneider, las mujeres todavía se consideran más hábiles que los hombres, para realizar múltiples tareas, pero como resultado también terminan más estresadas. En comparación con las 38.9 horas por semana que los hombres realizan multitareas, las mujeres asumen una mayor responsabilidad en el hogar con 48.3 horas dedicadas a conseguir que un montón de cosas se lleven a término. Mientras que los hombres experimentan la multitarea como algo más 'agradable', en las mujeres tiene el efecto contrario.
¿Por qué?
En primer lugar, tenga en cuenta la norma cultural. Se espera que las mujeres hagan más. Mientras que aramos a través de nuestros días (literalmente), percibimos como que las cosas no pasan lo suficientemente rápido. Supongo que las mujeres sufren mucho mayor estrés debido a la expectativa de la multitarea, porque las mujeres son guerreras encogiendo y estirando el tiempo, pero en detrimento para ellas mismas.
Segundo, la investigación ha demostrado que las mujeres pasan más tiempo cuidando a los demás mas que a ellas mismas. Un reciente artículo de Forbes sobre un estudio realizado por la Red Captivate reportó que los hombres son 25% más propensos a tomar tiempo personal a lo largo de la jornada de trabajo, 35% más propensos a tomar mini tiempos fuera, y tienen 7% mas probabilidades de dar un paseo que las mujeres.
El estudio también muestra un desequilibrio en las tareas del hogar, ya que las mujeres realizan mas labores hogareñas como lavar ropa, cocinar, hacer las compras y la limpieza, que los hombres.
Entonces, ¿cómo podemos introducir a nuestras vidas, un ritmo más lento? Mujeres, escuchen:
- Es hora de disminuir la expectativa sobre ustedes mismas de que tienen que conseguir que todo se haga. ¿Quién dijo eso?
- El cielo no se caerá si dejan algunas tareas sin hacer. Si realmente le molesta tanto, delegue. Lo más probable es que haya otras personas muy capaces en la casa que puedan hacerlo en su lugar.
- Tómese más tiempos fuera. Por favor. Un trabajador quemado es un trabajador inútil.
- Cuide de usted misma. Esto significa tomar un almuerzo lejos de su escritorio, diciendo 'NO' cuando sea necesario y siendo inteligentes acerca de sus recursos, porque de hecho, su mejor recurso es USTED!
Si hay una sola cosa que pudiera retrasar hoy… ¿cuál sería? ¿Qué momento tomará con mas calma en el día de hoy?
Una historia de Navidad: Pies descalzos
Muchas veces pensamos que nuestros problemas son los más grandes del mundo. Algo parecido le sucedió a un muchacho llamado Francisco, hasta que le sucedió un encuentro inesperado con una señora.
Frank, así le llamaban, siempre había sido un buen estudiante y deportista. En sus estudios, era un alumno sobresaliente. Le gustaba el básquetbol y sabía jugarlo. En su casa le llamaban "el atleta de la temporada y él se sentía feliz."
Frank, así le llamaban, siempre había sido un buen estudiante y deportista. En sus estudios, era un alumno sobresaliente. Le gustaba el básquetbol y sabía jugarlo. En su casa le llamaban "el atleta de la temporada y él se sentía feliz."
Se había preparado especialmente para jugar la próxima temporada. Incluso había comprado unos tenis muy suaves y cómodos para jugar. Tal vez por esa situación tan halagadora le produjo un gran dolor cuando al leer la lista de los seleccionados no se encontró en ella.
Lleno de esperanzas buscaba frenéticamente su nombre, pero no estaba. Ese día sintió como si hubiera dejado de existir, como si se hubiese vuelto invisible. Muy triste salió de los vestidores, tratando de encontrar una explicación a su exclusión del equipo.
Caminó durante un buen rato pero nada lo consolaba. Duró varios días de mal humor, no queriendo hablar con nadie y respondiendo mal a sus padres cuando intentaban acercársele. Nada le agradaba.
Pero un día de mucho frío y lluvia, tomó el autobús de costumbre y se sentó cerca del chofer.
Una mujer muy adelantada en su embarazo con paso lento subió al autobús y se sentó detrás del asiento del chofer.
Entonces el chofer le preguntó en voz alta: "¿Dónde están sus zapatos, señora? Porque afuera deben hacer sólo diez grados".
Francisco no se había fijado, pero efectivamente la señora iba sólo con unas calcetas medio mojadas.
La señora le contestó al chofer: "No puedo darme el lujo de tener zapatos. Subí al autobús sólo para calentarme los pies. Si no le importa viajaré con usted un rato".
El chofer se rascó su cabeza calva y exclamó: "Sólo dígame cómo es que no puede permitirse unos zapatos."
La señora le dijo: "Tengo ocho hijos. Todos tienen zapatos. No quedó dinero para mí. Pero está bien, el Señor cuidará de mí."
En ese momento Frank miró hacia abajo, observó sus nuevos tenis Nike de Bás-quetbol. Sus pies estaban cálidos y cómodos, igual que siempre. Y entonces miró a la mujer, sus calcetas estaban desgarradas.
Pensó que esa persona era "invisible" en otro sentido. Era una señora marginada y olvidada por la sociedad. Él siempre podría darse el lujo de tener zapatos. Ella tal vez nunca. En un momento se quitó los tenis. Pensó que tendría que caminar tres cuadras, pero el frío nunca le había molestado.
Cuando el autobús se detuvo en la parada final Frank esperó hasta que todos se hubieran bajado. Entonces recogió sus tenis, se acercó a la mujer y se los entregó diciéndole: "Tenga señora, usted los necesita más que yo".
No esperó a que le diera las gracias, sino que bajó de prisa sin darse cuenta que caía en un charco. No importaba, no sentía el frío.
En eso escuchó a la señora que desde la ventana del autobús le decía: "Mira, ¡me quedan perfectos!".
A la vez, el chofer le preguntaba "¿Cómo te llamas muchacho?". Él respondió, "Frank".
El chofer le dijo: "Muy bien, Frank. En mis veinte años de chofer nunca he visto algo semejante".
La mujer, llorando, le decía al chofer: "Ya ve. Le dije que el Señor cuidaría de mí" Y volviéndose, dijo: "Gracias Frank".
"No hay de qué. No es gran cosa; además es Navidad", respondió Frank, quien se dirigió a su casa con los pies helados pero con el corazón contento y riéndose por haberse preocupado de no jugar con la selección ese año.
Autor: José Martínez Colín
Sacerdote - Ingeniero
Reflexión:
Solo tenemos que mirar a nuestro alrededor para darnos cuenta que nuestros problemas no son los mas grandes; que hay personas que sufren mas que nosotros o están mas necesitadas. Somos justamente nosotros quienes tenemos la oportunidad de tenderle la mano a otro ser humano que la necesita.
En esta época de Navidad, repartamos bondad y consuelo a quien lo necesite. Visita a alguien que esté enfermo o solo, haz algo especial por alguien cada día, ayuda como puedas a los demás, brinda a otros la oportunidad de tener un momento agradable y que sientan que la vida es muy hermosa, sobre todo cuando la compartimos con otros.
lunes, 19 de diciembre de 2011
EL MEJOR REGALO
A un amigo mío llamado David, su hermano le dio un automóvil como regalo de Navidad. En nochebuena, cuando David salió de su oficina, un niño de la calle estaba caminando alrededor del brillante coche nuevo admirándolo.
- "¿Este es su coche señor?" - preguntó.
David afirmó con la cabeza.
- "Mi hermano me lo dio en Navidad".
El niño estaba asombrado.
- "¿Quiere decir que su hermano se lo regaló y a usted no le costó nada? Vaya me gustaría..." - titubeó el niño.
Desde luego, David sabía lo que el niño iba a decir, que le gustaría tener un hermano así, pero lo que el muchacho realmente dijo estremeció a David de pies a cabeza.
- "Me gustaría.." - prosiguió el niño, “poder ser un hermano así”.
David miró al niño con asombro, e impulsivamente añadió:
- "Me gustaría.." - prosiguió el niño, “poder ser un hermano así”.
David miró al niño con asombro, e impulsivamente añadió:
- "¿Te gustaría dar una vuelta en mi auto?"
- "Oh si, eso me encantaría."
Después de un corto paseo, el niño volteó y con los ojos chispeantes dijo:
- "Señor... ¿No le importaría que pasáramos frente a mi casa?"
David sonrió. Creía saber lo que el muchacho quería. Quería enseñar a sus vecinos que podía llegar a su casa en un gran automóvil, pero de nuevo, David estaba equivocado.
- "¿Se puede detener donde están esos dos escalones?" - pidió el niño. Subió corriendo y en poco rato David oyó que regresaba, pero no venía rápido. Llevaba consigo a su hermanito lisiado. Lo sentó en el primer escalón, entonces le señaló hacia el coche.
- "¿Lo ves Juan? Allí está, tal como te lo dije allí arriba. Su hermano se lo regaló de Navidad y a él no le costó ni un centavo, y algún día yo te voy a regalar uno igualito... entonces podrás ver por ti mismo todas las cosas bonitas de los escaparates de Navidad, de las que he estado tratando de contarte."
David, bajó del coche y subió al muchacho enfermo al asiento delantero. El hermano mayor, con los ojos radiantes, se subió atrás de él y los tres comenzaron un paseo navideño memorable.
Esa Nochebuena, David comprendió lo que Jesús quería decir con: "HAY MAS DICHA EN DAR..."
Da vida a otra vida... Da esperanza... Transmite los VALORES fundamentales.
Somos lo que pensamos. Somos lo que decidimos ser. Decide ser una mujer o un hombre de VALORES. Nuestro entorno lo necesita desesperadamente.
Se un portador de los VALORES, viviéndolos.
domingo, 18 de diciembre de 2011
sábado, 17 de diciembre de 2011
El Tiempo
Nada más corto, pues siempre nos falta para nuestros proyectos;
Nada más lento para quien espera;
Nada más presuroso para el que goza;
Es infinitamente extenso y puede dividirse hasta lo infinitamente pequeño;
Todos los hombres lo desperdician,
todos lamentan haberlo perdido;
sin él, nada puede hacerse;
él hace olvidar cuanto es indigno de la posteridad,
e inmortaliza lo que es realmente grande.
viernes, 16 de diciembre de 2011
La Realidad de la Vida
DIOS creó al burro y le dijo: Serás burro, trabajarás incansablemente de sol a sol cargando bolsas en el lomo, comerás pasto, no tendrás inteligencia y vivirás 50 años. Serás burro.
Así lo hizo DIOS y desde entonces el Hombre vive 20 años como Hombre, se casa y pasa 30 años como burro, trabajando y cargando todo el peso en el lomo, después cuando los hijos se van, vive 15 años como perro cuidando la casa y comiendo lo que le den, para luego llegar a viejo, jubilarse y vivir 10 años de mono, saltando de casa en casa o de hijo en hijo, haciendo payasadas para divertir a sus nietos.
El burro le contestó: seré burro, pero vivir 50 años es demasiado, dame apenas 20 años y DIOS se los concedió.
DIOS creó al perro y le dijo: Cuidarás las casas de los hombres, serás su mejor amigo, comerás las cosas que te den y vivirás 25 años. Serás perro.
El perro respondió: SEÑOR vivir 25 años es demasiado, dame apenas 10 años; DIOS se los concedió.
DIOS creó al mono y le dijo: Serás mono, saltarás de rama en rama haciendo payasadas, serás divertido y vivirás 20 años.
El mono le contestó: SEÑOR vivir 20 años es demasiado, dame sólo 10 años, DIOS se los concedió.
Finalmente DIOS creó al Hombre y le dijo: serás Hombre, el único ser racional sobre la faz de la tierra, usarás tu inteligencia para enseñorearte sobre los animales, dominarás al mundo y vivirás 20 años.
El Hombre respondió: SEÑOR seré Hombre pero vivir 20 años es muy poco; dame los 30 años que el burro rehusó, los 15 años que el perro no quiso y los 10 años que el mono rechazó.
jueves, 15 de diciembre de 2011
La Isla de los Sentimientos
Erase una vez, una isla donde habitaban todos los sentimientos... la Alegría, la Tristeza, y muchos más, incluyendo el Amor.
Un día les fue avisado a sus moradores, que la isla se iba a hundir...
Todos los sentimientos se apresuraron a abandonarla. Abordaron sus barcos y se prepararon a partir apresuradamente. Solo el Amor permaneció en ella, porque quería estar un rato mas con la isla que tanto amaba, antes que desapareciera.
Al fin, con el agua al cuello y casi ahogado, el Amor comenzó a pedir ayuda...
Se acercó a la Riqueza que pasaba en un lujoso yate y le dijo: “Riqueza, llévame contigo!”
La Riqueza contestó: “No puedo, hay mucho oro y plata en mi barco, no tengo espacio para ti...”
Le pidió ayuda a la Vanidad, que también venía pasando: “Vanidad, ¡Por favor ayúdame!”
“Imposible Amor, estás mojado y arruinarías mi barco nuevo”.
Pasó la Soberbia, y al pedido de ayuda del Amor, contestó: “Quítate de mi camino o te paso por encima”.
Como pudo, el Amor se acercó al yate del Orgullo y una vez más solicitó ayuda. La respuesta fue una mirada despectiva y una ola casi lo asfixia, cuando el capitán aceleró su yate, “El Orgullo”.
Entonces, el Amor pidió ayuda a la Tristeza: “Tristeza, ¿me dejas ir contigo?”
“Ay Amor, tu sabes que siempre ando sola y prefiero seguir así”.
También pasó la Alegría pero estaba tan alegre, que ni siquiera oyó al Amor llamarla...
Desesperado, el Amor comenzó a suspirar, con lágrimas en sus ojos. Fue entonces cuando oyó una voz que le dijo: “Ven Amor, yo te llevo...” Era un anciano. El Amor estaba tan feliz que olvidó preguntar su nombre.
Fue llevado a la tierra de la Sabiduría y una vez allí, el Amor preguntó a ésta: “¿Quién era el anciano que me trajo hasta aquí y salvó mi vida?”
La Sabiduría respondió: "Era el Tiempo".
-¿El Tiempo? Pero ¿por qué sólo el Tiempo quiso ayudarme?
Y la Sabiduría respondió: "Porque solo el Tiempo es capaz de ayudar y entender a un gran Amor"
ALIMENTOS ANTICANCERIGENOS
Aceite de oliva: La grasa monoinsaturada protege del cáncer colon-rectal. Al actuar sobre los ácidos biliares, el aceite de oliva disminuye el riesgo de evolución de la mucosa digestiva a adenoma o carcinoma, sin olvidar que mejora la circulación y oxigenación de todos los tejidos al mantener flexibles las arterias.
Agua: No es un alimento, pero no podemos vivir sin ella. El agua mantiene vivas nuestras células, regula muchas funciones y ayuda a la eliminación de toxinas por la orina y heces.
Ajo y cebolla: El ajo y la cebolla contienen alicina, un compuesto rico en azufre que actúa como depurador del hígado, eliminando las sustancias tóxicas que se acumulan en la sangre y tejidos. Además el ajo se une a las toxinas, neutralizando sus efectos en las células.
Algas: Son depurativas, ricas en minerales y vitaminas y contienen fibra. Las algas son una comida habitual en países como Japón, con una baja incidencia de cáncer de mama. Algunos especialistas las recomiendan para ayudar a eliminar los efectos secundarios del tratamiento con quimioterapia y radioterapia por sus efectos reforzadores del sistema inmunológico.
Arroz integral: En Japón el arroz es objeto de numerosas investigaciones contra el cáncer. Al ser una semilla contiene inhibidores de la proteasa, que parece que retrasan la aparición del cáncer. En el salvado de arroz existen sustancias anticancerosas que parecen proteger del cáncer del colon, mama y próstata.
Berenjena: Como otros vegetales de color violeta, contiene sustancias anticancerosas que parecen proteger a las células de las mutaciones que provoca el cáncer.
Cítricos: Es conocida su riqueza en vitamina C, son antioxidantes y estimulantes de las células de defensa. Además no hay que olvidar que contienen flavonoides, protectores de los capilares sanguíneos que mantienen las membranas permeables y oxigenadas.
Coles: El brócoli, repollo, coliflor, berros y rábano no deben faltar en la mesa, son un cóctel antitumoral, refuerzan las defensas, eliminan los radicales libres y protegen las células.
Fresas: Son interesantes por sus efectos depurativos. Ayudan a limpiar el organismo de toxinas, contienen fibra, minerales y vitaminas.
Frutas del bosque: Las moras, arándanos y grosellas son ricas en un pigmento morado llamado atocianina que tiene un gran efecto antioxidante. También son ricas en vitaminas A y C, minerales, pectina y ácidos vegetales. Se están estudiando los efectos preventivos de estas frutas en el caso de la leucemia.
Frutos secos: Las nueces, avellanas, almendras y pipas de girasol son una fuente de vitaminas B y E, y minerales como el magnesio, manganeso, selenio y zinc. Con una pequeña cantidad se asegura un buen aporte de antioxidantes.
Legumbres: Lentejas, garbanzos, guisantes y judías pueden ser un elixir anticancerígeno. Las legumbres son muy ricas en fibras, así como inhibidoras de proteasas que previenen contra los tumores de mama y colon principalmente.
Manzana: Contiene ácidos clorogénico y elágico que bloquean la aparición de cáncer en experimentos con animales. Al tener pectina, la fibra también actúa favoreciendo la eliminación de tóxinas a través de las heces.
Melón: Es rico en betacarotenos, antioxidantes y contiene muy pocas calorías para mantener a raya los tumores relacionados con la obesidad.
Miel: Tiene propiedades antisépticas, por lo que es útil para evitar las infecciones asociadas al descenso de la inmunidad que conlleva el tratamiento con quimioterapia.
Pescado: Los ácidos grasos Omega 3, además de ser beneficiosos para el corazón y las arterias, también se utilizan para mejorar el estado de las personas con cáncer.
Pimientos: El color amarillo, rojo y verde de los pimientos es la señal de su riqueza en betacarotenos junto a
Remolacha roja: El color morado de la remolacha roja esconde un potente regenerador celular, las betaínas.
Setas chinas: Las setas tipo maitake, shiitake y reishi se utilizan en la medicina tradicional china para reforzar el sistema inmune por la presencia de unos compuestos llamados betaglutanos, que estimulan la fabricación de interferón natural, un eficaz anticancerígeno.
Soya: Las mujeres orientales tienen menor riesgo de padecer tumores de mama y ovario. Parece que la dieta rica en soya y sus derivados como el tofú, tempeh, miso o seitan es responsable de su invulnerabilidad. La soya contiene genisteína, inhibidores de las proteasas e isoflavonas, protectores frente al cáncer de mama.
Te verde: Contiene polifenoles, que anulan los efectos de las nitrosaminas y tiene poderes antioxidantes. Es un poderoso protector contra las radiaciones ambientales.
Tomate: El tomate crudo es muy rico en licopeno, un caroteno que le da el color rojo y que ha demostrado su papel protector frente al cáncer de próstata. También contiene otras sustancias en la piel y en las pepitas que tienen efectos anticancerígenos.
Uva: Las uvas con piel y pepitas contienen antioxidantes como el resveratol que bloquean los agentes cancerígenos y el crecimiento de los tumores.
Yogur: Las bacterias beneficiosas que contiene el yogur [acidófilos, lactobacilos] regeneran la flora intestinal y evitan la aparición de productos tóxicos en
Zanahoria: El color naranja se debe a su riqueza en betacarotenos, conocido antioxidante. Es el vegetal protector de los fumadores por su capacidad para regenerar las células del epitelio respiratorio.
miércoles, 14 de diciembre de 2011
LA FACTURA
Una tarde, un pequeño se acercó a su madre que preparaba la cena en la cocina, y le entregó una hoja de papel en la que había escrito algo. Después de secarse las manos y quitarse el delantal, ella leyó lo que decía:
La madre lo miró con fijeza y él aguardaba lleno de expectativa. La madre tomó un lapicero y en el reverso de la misma hoja anotó:
Cuando el niño terminó de leer lo que había escrito su madre, tenía los ojos llenos de lágrimas. La miró a los ojos y le dijo “Te quiero mamá...”; luego tomó el lapicero y escribió con letra muy grande: “TOTALMENTE PAGADO”.
Así somos los hombres, como niños, queriendo recompensa por las buenas acciones que hacemos. Es difícil entender que la mejor recompensa es el AMOR que viene de Dios y, que para nuestra suerte, es totalmente GRATIS.
- Cortar el césped del jardín........................... $3.00
- Limpiar mi cuarto esta semana.................. $1.00
- Cuidar de mi hermano................................. $2.00
- Ir a la panadería........................................... $2.00
- Sacar la basura toda la semana.................. $1.00
- Libreta con buenas notas............................. $5.00
- Limpiar el patio............................................. $2.00
- TOTAL ADEUDADO.................................... $16.00
La madre lo miró con fijeza y él aguardaba lleno de expectativa. La madre tomó un lapicero y en el reverso de la misma hoja anotó:
Por tantas noches de desvelos, curarte y orar por tí............... $NADA
Por llevarte 9 meses en mi vientre y darte la vida...................$NADA
Por la alegría y el amor de nuestra familia............................. $NADA
Por el miedo y preocupaciones cuando estabas enfermo...... $NADA
Por comida, ropa y educación................................................... $NADA
Por tomar tu mano y darte apoyo.............................................$NADA
Cuando el niño terminó de leer lo que había escrito su madre, tenía los ojos llenos de lágrimas. La miró a los ojos y le dijo “Te quiero mamá...”; luego tomó el lapicero y escribió con letra muy grande: “TOTALMENTE PAGADO”.
Así somos los hombres, como niños, queriendo recompensa por las buenas acciones que hacemos. Es difícil entender que la mejor recompensa es el AMOR que viene de Dios y, que para nuestra suerte, es totalmente GRATIS.
martes, 13 de diciembre de 2011
Pon las rocas grandes primero
Un profesor experto en administración del tiempo dirigía a un grupo de
estudiantes de negocios. Sacó una jarra que contenía una gran cantidad
de líquido y la colocó sobre la mesa. Luego tomó una docena de rocas del tamaña de un puño y con cuidado las colocó dentro de la jarra.
Luego preguntó:
- ¿Está llena la jarra?
Todos
dijeron que sí. Luego buscó debajo de la mesa y sacó un balde de grava.
Lo vertió en la jarra y la agitó, y preguntó nuevamente al grupo:
- ¿Esta llena la jarra?
Esta vez la clase lo observaba.
- Es probable que no - respondió un alumno.
Luego
el profesor buscó debajo de la mesa y agarró un balde que contenía arena, la vertió dentro de la jarra, rellenando todos los espacios vacíos que
quedaban entre las rocas y la grava. De nuevo preguntó:
- ¿Está llena ahora?
- ¡No! - gritaron todos.
Después, tomó un recipiente con agua y comenzó a verterla dentro de la jarra hasta que la misma se llenó hasta el borde.
- ¿Cuál es el objetivo de esta ilustración? - preguntó.
Un estudiante sugirió:
- No importa que tan llena esté su agenda, siempre puede llenarla con más cosas.
-No
- replicó el maestro - la verdad que nos enseña esta ilustración es... que si
no pueden poner las rocas grandes primero, nunca lo harán.
Ahora pregúntese: ¿Cuáles son las rocas grandes en su vida? ... y pónga esas primero en la jarra.
Reflexión
La jarra es nuestra vida, y se llena más rápido de lo que podemos imaginar. Las rocas grandes son las metas que deseamos alcanzar o las grandes dificultades con las que tenemos que lidiar.
En lugar de dedicar nuestra atención a pequeñas cosas, invertir tiempo y esfuerzo y desgastar nuestra energía en la grava y la arena, aprendamos a planificar nuestro tiempo, la semana, o el mes que viene. Hagamos listas de las metas que deseamos lograr a corto, mediano y largo plazo, y los pasos necesarios para conseguirlas. De igual forma, escribe los problemas a los que te estás enfrentando y lo que necesitas hacer para resolverlos.
Parece demasiado sencillo, pero en realidad solo se trata de priorizar; de aprender a enfocar la energía en las cosas importantes primero. Esto no significa que la grava y la arena no sean importantes, pero a veces solemos atender primero lo que es mas sencillo, y cuando decidimos dedicarle tiempo a las rocas grandes, ya estamos cansados.
El solo hecho de plasmar esto en papel, nos ayuda a programarnos mentalmente, a dimensionar el esfuerzo requerido para no postergar y sentirnos seguros de lo que debemos lograr día a día.
Pongamos las rocas grandes primero.
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