Parece que estar feliz es también bueno para el corazón.
Los científicos han sabido desde hace tiempo que las personas muy nerviosas y las que están frecuentemente molestas, ansiosas o deprimidas tienen un riesgo más alto de tener un infarto cardiaco.
Ahora la Universidad de Harvard realizó una revisión sobre la otra cara de la moneda sobre esa teoría psicológica, y concluyó que el buen ánimo y el optimismo tienen la propiedad de ayudar a proteger contra los males cardiacos.
En vez de dedicarse a únicamente ver cómo disminuir los riesgos cardiacos, "también podría ser útil concentrarse en la forma en que podemos reforzar el lado positivo de las cosas", explicó la investigadora Julia Boehm, de la Escuela de Salud Pública de Harvard.
Boehm analizó decenas de estudios que examinan la influencia que tiene sobre la salud del corazón una actitud positiva, medida con factores psicológicos. El optimismo en particular parece clave, pues diversos estudios descubrieron que las personas más optimistas tenían la mitad del riesgo de un primer ataque cardiaco que las menos optimistas, afirmó Boehm.
Estudios previos muestran que el estrés asociado a rasgos psicológicos negativos puede provocar lesiones en arterias y en el corazón mismo.
Boehm encontró que las personas con un mejor sentido del bienestar tienden a presentar índices más saludables de presión arterial, colesterol y peso, además de que es más común que se ejerciten, lleven una dieta más sana, duerman bien y eviten el cigarro.
Sin embargo, advirtió que se necesita ahondar en la investigación para distinguir si la actitud positiva hace que la gente se sienta más dispuesta a tomar medidas saludables para el corazón, o si vivir más sano contribuye a tener una perspectiva más positiva.
El nuevo estudio, financiado por Robert Wood Johnson Foundation, fue publicado el martes en la revista Psychological Bulletin.
Fuente: AP News - Washington (AP)
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