El ser humano nunca está terminado ni completo; siempre estamos en construcción, aprendiendo nuevas cosas y trabajando para ser mejores.
Tenemos todas las herramientas necesaria para lograr nuestros sueños; tenemos la capacidad de modificar nuestra personalidad y eliminar los defectos; tenemos la visión para proyectarnos hacia el futuro y determinar las consecuencias de nuestras acciones y decisiones; podemos cambiar y evolucionar constantemente.
Somos una obra maestra, que no necesita que nadie trabaje en ella para embellecerla, arreglarla o hacerle mejoras. La fuente de nuestro crecimiento se encuentra dentro de nosotros mismos, proviene de nuestro propio corazón, que con los años se vuelve mas fuerte al mismo tiempo que se vuelve mas dulce, y nos permite crecer para convertirnos en mejores personas.
Somos un proyecto en permanente progreso, y solo de nosotros depende el porcentaje de avance que alcancemos cada día.
© Mylene Wolf
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