Era un día muy caliente y húmedo, y una mujer recién casada estaba sentada en un sofá, tomando té helado con su Madre.
Mientras hablaban de la vida, el matrimonio, las responsabilidades y las obligaciones de la edad adulta, la madre hizo sonar los cubos de hielo en su vaso fuertemente y luego miró fijamente a su hija.
"Nunca te olvides de tus hermanas", le advirtió, dando vueltas a las hojas de té en el fondo de su vaso. "Ellas se volverán cada vez más importantes con el paso del tiempo. Sin importar cuánto ames a tu esposo, o a los hijos que tengas, vas a necesitarlas. Recuerda salir y hacer cosas con ellas siempre. Y cuando hablo de tus Hermanas me refiero a TODAS las mujeres que estén ligadas a ti: tus amigas, tus hijas, y todas las otras mujeres que te rodean. Las vas a necesitar. Las mujeres siempre nos necesitamos unas a otras".
¡Qué extraño consejo! - y entonces la joven mujer pensó para sí misma - Pero si acabo de casarme... De entrar al mundo de las parejas. Ahora soy una mujer casada, ¡por el amor de Dios! Estoy segura que mi esposo y la familia que vamos a formar será todo lo que necesite para darle significado a mi vida.
Pero ella escuchó a su madre. Mantuvo contacto con sus Hermanas y cada vez tuvo más amigas con el paso de los años. Conforme éstos fueron pasando, uno tras otro, ella fue entendiendo, gradualmente, a lo que su Madre se refería.
Las amigas son indispensables en la vida. Cuidan tus hijos, guardan tus secretos, te dan consejo cuando lo pides, aunque a veces no lo sigas; te sacan de apuros, te ayudan a dejar las malas relaciones, celebran tus celebraciones, manejan en tormentas, nevadas o granizos o en la madrugada para ir a ayudarte. Te escuchan cuando pierdes el trabajo o un amigo, cuando tus hijos te rompen el corazón, cuando los cuerpos y mentes de tus padres fallan. Lloran contigo cuando muere alguien que amas. Te respaldan cuando los hombres de tu vida te decepcionan. Te ayudan a juntar los pedazos cuando los hombres empacan y se van. Se alegran con tu felicidad y están listas a destruir lo que te hace infeliz.
A medida que el tiempo y la naturaleza presentan sus cambios y sus misterios en la vida de una mujer, tus verdaderas Hermanas siempre permanecen.
Después de casi 50 años de vivir en este mundo, esto es lo que he aprendido:
El Tiempo pasa.
Las distancias separan.
Los hijos crecen...
Los trabajos van y vienen.
El corazón se rompe.Las carreras terminan.
Los padres mueren.
Pero...
Tus Hermanas siempre están ahí, no importa cuánto tiempo y cuántas millas haya entre ustedes. Una amiga nunca está demasiado lejos para llegar a ti cuando la necesitas.
Cuando tengas que caminar por un valle solitario, las mujeres de tu vida estarán alrededor alentándote, orando por ti, empujándote, y esperándote con los brazos abiertos al final del camino. Algunas veces, incluso romperán las reglas y caminaran a tu lado…
Amigas, hijas, abuelas, cuñadas, hermanas, nueras, Madres, nietas, tías, primas, sobrinas... todas estas mujeres son una bendición en la vida!
Cuando empezamos esta aventura llamada VIDA, no teníamos idea de las increíbles satisfacciones y de las dolorosas pruebas que nos esperaban por ser MUJERES. Por eso nos necesitamos mutuamente y cada día!
Ser mujer es maravilloso, y lo es aún mejor porque nos tenemos unas a otras... Por eso, quiero que estés segura de algo: el mundo no sería lo mismo sin ti, hermana!!!
Comparte este mensaje con todas las mujeres que contribuyen a darle significado a tu vida, así como yo lo he hecho.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario