domingo, 17 de febrero de 2013

Las hermanas de la vida…

Era un día muy caliente y húmedo, y una mujer recién casada estaba sentada en un sofá, tomando té helado con su Madre.

Mientras hablaban de la vida, el matrimonio, las responsabilidades y las obligaciones de la edad adulta, la madre hizo sonar los cubos de hielo en su vaso fuertemente y luego miró fijamente a su hija.

"Nunca te olvides de tus hermanas", le advirtió, dando vueltas a las hojas de té en el fondo de su vaso.  "Ellas se volverán cada vez más importantes con el paso del tiempo. Sin importar cuánto ames a tu esposo, o a los hijos que tengas, vas a necesitarlas.  Recuerda  salir y hacer cosas con ellas siempre. Y  cuando hablo de tus Hermanas me refiero a TODAS las mujeres que estén ligadas a ti:  tus amigas, tus hijas, y todas las otras mujeres  que te rodean. Las vas a necesitar. Las mujeres siempre nos necesitamos unas a otras".

¡Qué extraño consejo! - y entonces la joven mujer pensó para sí misma - Pero si acabo de casarme... De entrar al mundo de las parejas.  Ahora soy una mujer casada, ¡por el amor de Dios! Estoy segura que mi esposo y la familia que vamos a formar será todo lo que necesite para darle significado a mi vida.

Pero ella escuchó a su madre. Mantuvo contacto con sus Hermanas y cada vez tuvo más amigas con el paso de los años.  Conforme éstos fueron pasando, uno tras otro, ella fue entendiendo, gradualmente, a lo que su Madre se refería.  

Las amigas son indispensables en la vida. Cuidan tus hijos, guardan tus secretos, te dan consejo cuando lo pides, aunque a veces no lo sigas; te sacan de apuros, te ayudan a dejar las malas relaciones, celebran tus celebraciones, manejan en tormentas, nevadas o granizos o en la madrugada para ir a ayudarte.  Te escuchan cuando pierdes el trabajo o un amigo, cuando tus hijos te rompen el corazón,  cuando los cuerpos y mentes de tus padres fallan. Lloran contigo cuando muere alguien que amas. Te respaldan cuando los hombres de tu vida te decepcionan. Te ayudan a juntar los pedazos cuando los hombres empacan y se van. Se alegran con tu felicidad y están listas a destruir lo que te hace infeliz.

A medida que el tiempo y la naturaleza presentan sus cambios y sus misterios en la vida de una mujer, tus verdaderas Hermanas siempre permanecen.

Después de casi 50 años de vivir en este mundo, esto es lo que he aprendido:
El Tiempo pasa.
Las distancias separan.
Los hijos crecen...
Los trabajos van y vienen.
El corazón se rompe.Las carreras terminan.
Los padres mueren.

Pero...
Tus Hermanas siempre están ahí, no importa cuánto tiempo y cuántas millas haya entre ustedes.  Una amiga nunca está demasiado lejos para llegar a ti cuando la necesitas.

Cuando tengas que caminar por un valle solitario, las mujeres de tu vida estarán alrededor alentándote, orando por ti, empujándote, y esperándote con los brazos abiertos al final del camino. Algunas veces, incluso romperán las reglas y caminaran a tu lado

Amigas, hijas, abuelas, cuñadas, hermanas, nueras, Madres, nietas, tías, primas, sobrinas... todas estas mujeres son una bendición en la vida!

Cuando empezamos esta aventura llamada VIDA, no teníamos idea de las increíbles satisfacciones y de las dolorosas pruebas que nos esperaban por ser MUJERES. Por eso nos necesitamos mutuamente y cada día!

Ser mujer es maravilloso, y lo es aún mejor porque nos tenemos unas a otras...  Por eso, quiero que estés segura de algo: el mundo no sería lo mismo sin ti, hermana!!!

Comparte este mensaje con todas las mujeres que contribuyen a darle significado a tu vida, así como yo lo he hecho.


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