sábado, 29 de octubre de 2011

EL AMOR Y LA LOCURA

Cuentan que una vez se reunieron en un lugar de la tierra todos los sentimientos y cualidades de los hombres. Cuando el ABURRIMIENTO había bostezado por tercera vez, la LOCURA como siempre tan loca, les propuso:
- ¿Vamos a jugar a las escondidas?

La INTRIGA levantó la ceja intrigada y la CURIOSIDAD, sin poder contenerse preguntó:
- ¿A las escondidas? ¿Y cómo es eso?
- Es un juego - explicó la LOCURA -en que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón, mientras ustedes se esconden y cuando yo haya terminado de contar, el primero de ustedes que encuentre, ocupará mi lugar para continuar el juego.

El ENTUSIASMO bailó secundado por la EUFORIA; la ALEGRÍA dio tantos saltos que terminó por convencer a la  DUDA, e incluso a la APATÍA, a la que nunca le interesaba nada. Pero no todos quisieron participar, la VERDAD prefirió no esconderse. ¿Para que? Si al final siempre la hallaban. La SOBERBIA opinó que era un juego tonto (en el fondo lo que le molestó era que la idea no se le haya ocurrido a ella) y la COBARDÍA prefirió no arriesgarse.
- Uno, dos, tres... comenzó a contar la LOCURA.

La primera en esconderse fue la PEREZA, que como siempre se dejó caer tras la primera piedra del camino. La ENVIDIA se escondió tras las sombras del TRIUNFO, que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol mas alto.

La GENEROSIDAD casi no alcanzaba a esconderse, ya que cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos: ¿un lago cristalino? ...ideal para la BELLEZA; ¿la rendija de un árbol? ...perfecto para la TIMIDEZ; ¿el vuelo de una mariposa? ...lo mejor para la VOLUPTUOSIDAD; ¿una ráfaga de viento? ...magnífica para la LIBERTAD... y así terminó por ocultarse en un rayito de sol.

El EGOÍSMO, en cambio encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado, cómodo... pero solo para él.

La MENTIRA se escondió en el fondo de los océanos (mentira, en realidad se escondió detrás del arco iris); la PASIÓN y el DESEO en el centro de los volcanes. El OLVIDO... se me olvidó donde se escondió... pero no es lo importante. 

Cuando la LOCURA contaba 999,999, el AMOR aún no había encontrado sitio para esconderse, pues todo se encontraba ocupado... hasta que divisó un rosal y enternecido decidió esconderse entre sus flores.
- Un millón - contó la LOCURA y comenzó a buscar.

La primera que encontró fue a la PEREZA, a solo a tres pasos de una piedra. Después se escuchó a la FE en el cielo discutiendo con Dios sobre teología y a la PASIÓN y el DESEO los sintió en el vibrar de los volcanes. En un descuido encontró a la ENVIDIA y claro, así pudo deducir donde estaba el TRIUNFO.

Al EGOÍSMO ni tuvo que buscarlo. Él solito salió disparado de su escondite que había resultado ser un nido de avispas. De tanto caminar sintió sed y al acercarse al lago descubrió a la BELLEZA y con la DUDA resultó mas fácil, pues la encontró sentada sobre una cerca sin decidir aún de que lado esconderse.

Así fue encontrando a todos, el TALENTO entre las hierbas frescas, a la ANGUSTIA en una cueva oscura, a la MENTIRA detrás del arco iris... (mentira, si ella se había escondido en el fondo del océano) y hasta el OLVIDO... que ya se había olvidado que estaba jugando a las escondidas; pero solo el AMOR no aparecía por ningún sitio.

La LOCURA buscó detrás de cada árbol bajo, de cada arroyuelo del planeta, en la cima de las montañas y cuando estaba por darse por vencida divisó un rosal y sus rosas...  tomó una horquilla y comenzó a mover las ramas, cuando de pronto se escuchó un doloroso grito. Las espinas habían herido en los ojos al AMOR; la LOCURA no sabía que hacer para disculparse, lloró, rogó, pidió perdón, imploró y hasta prometió ser su lazarillo. 

Por eso desde entonces... desde que por primera vez en la tierra se jugó a las escondidas:
EL AMOR ES CIEGO Y LA LOCURA SIEMPRE LO ACOMPAÑA

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